Este tipo de pesca al igual que la pesca a la inglesa
fue introducida por los británicos en España hace ya varias décadas y
de ahí adoptaron también sus nombres. En la pesca a la boloñesa es
imprescindible el uso de un flotador o corcho para su practica. Este
tipo de flotadores pueden ser fijos o corredizos, aunque la practica más
común es con flotadores fijos anclados a la linea por 2 puntos. Estos
flotadores tendrán un peso comprendido entre 1,5 y 3 gramos de peso
(dependiendo del estilo de pesca que vayamos a realizar), y adoptaran
distintas formas según la naturaleza de las aguas en el lugar de pesca,
utilizando flotadores más alargados para aguas tranquilas y flotadores
más ovalados para aguas corrientes. Deberemos añadir distintos plomos a
la linea para hacer que el flotador quede totalmente hundido bajo el
agua tras el lance, estando visible solamente la pluma del mismo.
La pluma del flotador (parte superior del mismo y que queda visible tras el lance), deberá ser de un grosor mínimo para que no le afecte el viento y pueda desestabilizarlo. La quilla o cola (parte que queda bajo del agua)
deberá ser alargada llegando a medir 2 veces el tamaño de la pluma.
Esto le dará estabilidad dentro del agua y evitara que el corcho ladee
con el ir y venir de la corriente.
El tipo de caña que deberemos utilizar para una
practica correcta de este tipo de pesca, estará comprendida en una
longitud de 7 a 10 metros de largo. Los materiales más habituales que
componen este tipo de cañas son fibra de carbono o de vidrio, ambos muy
flexibles y con una dureza extrema en comparación con su bajo peso. Este
tipo de cañas suelen estar montadas con anillas que se fijan en cada
uno de los tramos de la caña (una anilla por tramo).
Estas anillas están realizadas con aleaciones de metal y carbono que
hacen que el hilo se deslice fácilmente a través de ellas, aunque
podemos encontrar otro tipo de montajes donde el hilo pasa por dentro de
la caña sin necesidad de la colocación de las anillas.
Una caña de calidad de unos 10 metros, no deberá sobrepasar los 900 gramos de peso para ser cómoda y manejable. A este peso deberemos sumar el del carrete, que deberá ser de un tamaño pequeño / medio con capacidad para unos 90 metros de hilo.
El montaje que realizaremos para este tipo de pesca
estará comprendido por una linea principal de un diámetro 2 puntos
superior al bajo de linea. Esto hará que en caso de enganchar nuestro
anzuelo en el fondo o capturar una pieza de gran tamaño, rompa por la
parte del bajo de linea (más fina), perdiendo solamente
el anzuelo y no dejando al pez con el plomo colgando, lo que provocaria
que pudiera engancharse con alguna piedra o rama en el fondo del río y
morir finalmente.
Los plomos deberán estar en la parte de la linea
principal bajo el flotador, para evitar perderlos en caso de rotura. La
parte inferior o bajo de linea, podrá estar conectada a la linea
principal mediante un emerillón o directamente con un nudo adecuado para
este fin. Del bajo de linea solamente quedara amarrado el anzuelo que
sera de una numeración entre 4 y 10, adecuando el tamaño del mismo al
tamaño de las capturas que pensemos realizar en ese escenario.
Aunque desde hace años esta modalidad de pesca ha sido practicada
en nuestro país, con el tiempo ha tomado el nombre italiano debido
a los grandes maestros que la practican en aquellas tierras. En este caso
describe además una variante poco habitual en nuestras aguas,
que es la pesca a la boloñesa con flotadores deslizantes, la cual resulta
adecuada para pescar en escenarios con elevada profundidad.
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